«En definitiva, sí, La flor de fuego es una novela dura, es una novela que hace que te duela lo más profundo del alma, pero es una experiencia por la que creo que hay que pasar».
«Victoria ha conectado dos conflictos que históricamente supusieron grandes cambios en sus tiempos y sociedades, dos períodos separados por más de tres mil años, y ha sido capaz de hacerlo de una manera magistral».