Cada autor tiene su método a la hora de crear un mundo. No todos siguen los mismos pasos en el mismo orden, y algunos incluso se saltan pasos porque lo tienen muy claro en su mente. Yo, a lo largo de esta serie de entradas en el blog, os iré explicando mi proceso creativo, los pasos que voy dando y lo que tengo en cuenta en cada uno de ellos. Como os digo, cada uno tiene su método, pero espero que compartiendo mi proceso con vosotros, os ayude de algún modo a sacar a la luz ese mundo que tanta vida tiene en vuestras mentes y que grita porque quiere que vosotros lo saquéis adelante. Así que hoy os voy a hablar de las primeras pinceladas que doy, y por qué, cuando quiero crear un mundo para mis novelas. Coged lápiz y papel, ¡porque empezamos!
Lo primero que tenemos que saber es el tipo de historia que queremos crear y, por ende, el mundo en el que vamos a movernos. Tenéis que tener muy claro esto porque no todos los mundos funcionan igual, sino que parte de sus bases dependen de la temática. Por ejemplo, no crearemos igual un mundo distópico basado en un futuro lejano de nuestro mundo, que un mundo de fantasía clásica.
Por poneros un ejemplo, si comparamos Legend, de Marie Lu, y Sueños de Piedra, de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, sus mundos no tienen nada que ver. El primero está basado en la suposición de que nuestro mundo actual, dentro de cientos de años, habrá cambiado tanto su fisionomía como sus sociedades y ha creado el mundo en base a nuestra sociedad. El segundo, sin embargo, tiene una base de fantasía clásica, está alejado de nuestra realidad y, por lo tanto, creado desde cero. Y aunque se puedan encontrar similitudes entre ellos (al fin y al cabo no dejamos de crear, dentro de esos mundos, sociedades con sistemas que de un modo u otro conocemos), su base, su germen, es totalmente distinto.
Así que antes de nada tenéis que preguntaros: ¿qué clase de historia quiero hacer?
Ahora que tenemos claro el tipo de mundo que vamos a crear, hay que empezar a dotarlo de vida. Como este es un primer esquema, no vamos a entrar todavía en cómo crear las razas, sino en si en nuestro mundo (o universo si es una Space Opera) conviven distintas razas y si hay mestizaje entre ellas. Como os digo, no hace falta detallar mucho esta primera lista, ya que será la que usaremos, más adelante, para dar forma a cada una de sus sociedades, pero creo que es importante tener un primer esquema de las mismas para andar sobre seguro.
Por poneros un ejemplo, en los videojuegos Dragon Age, hay distintas razas que comparten el mismo mundo: humanos, elfos, enanos, qunari, engendros tenebrosos, medio elfos,... Esto ya nos da una idea del tipo de mundo en el que vamos a movernos (fantasía clásica medieval), y que, por supuesto, habrá problemas entre ellas por cuestiones históricas, sociales o religiosas.
Si os resulta más fácil o pensáis que se os puede olvidar, podéis apuntar, al lado de cada raza, si queréis que tenga algún conflicto con otra, o si hay algún rasgo de la misma que pueda ser importante remarcar o tener en cuenta a la hora de crear la raza. Por poneros un ejemplo, los drow de Dungeons & Dragons son una sociedad matrialcal muy cerrada, y toda su sociedad se basa precisamente en esto.
A la hora de crear un mundo, me suele ser de ayuda apuntar también lugares o edificios que vayan a tener una gran importancia en la historia. Enclaves importantes que vayan a ayudarme a crear todo lo demás a su alrededor. A veces es una ciudad, a veces un tipo de edificio concreto. Normalmente suelo poner unos cuantos lugares que creo que van a serme útiles, o incluso el tipo de ciudades o terreno donde conviven las distintas razas (si tienen ciudades propias, si viven en ruinas, o en el interior de una montaña).
Por ejemplo, en Mass Effect, uno de los emplazamientos más importantes alrededor de los que gira la trama, es la Ciudadela, la estación espacial que sirve de nexo de la comunidad galáctica, actuando como su capital política, cultural, militar y financiera. También es la sede del Consejo de la Ciudadela, que une a multitud de especies. Con lo cual, es uno de los nexos importantes de ese mundo concreto.
Una vez con todo esto a mí me gusta hacer un primer esquema del mundo. Incluso perfilar un primer mapa, sin apenas detalle, para saber más o menos por dónde voy a moverme. Hay que pensar si lo que queremos es que esté basado en nuestro mundo tras alguna catástrofe a nivel mundial (con lo cual se trabajaría a partir de una modificación de nuestro mapa actual), si queremos hacer un mundo de cero que sea un solo continente, o que sean varias islas, o si es una Space Opera y vamos a tener diferentes planetas,... Y entonces colocar allí esos emplazamientos importantes e incluso empezar a colocar a las razas. La idea es tener una pequeña base para saber por dónde empezar a trabajar los detalles. A mi me suele servir, porque luego, con eso escrito en unos cuantos folios reciclados, empiezo a trabajar el grueso del mundo y a componer toda la información en la libreta que me servirá de guía durante la escritura de la novela.
¡Y hasta aquí todo lo de hoy! Espero que estos pequeños pasos os ayuden a empezar a componer vuestro mundo. En el caso de que ya hayáis empezado a hacerlo, ¿qué proceso habéis seguido?
Etiquetas: worldbuilding recursos creacion