«El amor duele.
Makani Young pensaba que había dejado su oscuro pasado atrás cuando se fue de Hawái para irse a vivir con su abuela a Nebraska. Lleva un año en su nuevo hogar y tiene nuevos amigos, está bastante adaptada e incluso empieza a sentir algo por el elusivo y misterioso Ollie Larsson. Pero su pasado no ha dejado de perseguirla. La calma se acaba cuando en su instituto empiezan a sucederse horripilantes asesinatos, cada vez más grotescos. Nadie puede descifrar el patrón, nadie sabe quién será el siguiente. Y Makani teme que sus secretos la puedan convertir en víctima o sospechosa. A medida que el terror va aumentando también lo hacen sus sentimientos hacia Ollie. Makani deberá enfrentarse no solo al sádico asesino sino también a todo lo que guarda en su interior. Un libro que no podrás soltar porque quizá te juegas la vida...».
Llevaba queriendo tener esta novela en mis manos desde que anunciaron que iban a sacarla, pero al final, con tantas novedades bonicas saliendo, no pude hacerme con ella hasta hace unas pocas semanas. Y bueno, ¿qué decir? ¡Me la he bebido! Madre mía, desde abrí la novela no pude soltarla, ¡y es que tiene de todo! Secretos, algo de romance, asesinatos macabros, tensión,... Buah, yo me quedé flipando ya desde el primer capitulo.
En la historia se nos presenta a Makani, nuestra protagonista, que lleva unos meses viviendo con su abuela en un pueblo Nebraska. Se ha adaptado bastante bien, tiene nuevos amigos con los que ha formado una piña bastante sólida y hasta ha tenido durante el verano su primer escarceo amoroso con Ollie Larson, un chico silencioso, algo extravagante y que suele estar muy solo en el instituto. De hecho, ella sigue colgada por Ollie pero está dolida porque desde el verano no se han dirigido la palabra. Hasta ahí la vida de Makani parece en calma, la típica vida de una adolescente en sus últimos años de instituto.
El problema viene cuando empiezan a sucederse una serie de asesinatos macabros entre los alumnos del instituto. A todos los encuentran en situaciones horripilantes, mostrando escenas que le revolverían el estómago a cualquiera. Y pese a eso, no hay un patrón. La policía no sabe quién puede estar llevando acabo esos actos tan atroces, ni tampoco adivinar cuál podría ser el siguiente paso del asesino.
A partir de aquí, la vida de Makani y sus compañeros empezará a volverse una pesadilla. Sobre todo para ella, que llegó a Nebraska huyendo de su pasado y este parece ir persiguiéndola, atormentándola y temiendo que, si sale a la luz, este la apunte como víctima o como sospechosa.
Como os he dicho, esta novela tiene todos los ingredientes para mantenerte pegado a sus páginas. Los personajes están bien construídos, con su punto misterioso que consigue hacer que en algún momento acabes dudando de todos ellos. Me gusta que entre ellos haya diversidad, que sean diferentes entre sí pero que a la vez se trate como una cosa normal, sin necesidad de hacer uso de esas diferencias para ponerlos en aprietos. Por ese lado, la autora tiene toda mi aprobación y mi corazoncito.
En cuanto a la narrativa, es ligera y fácil de leer. Utiliza un lenguaje cercano y sencillo, sin muchas florituras, lo que le da más frescura y dinamismo a toda la historia. Aunque debo decir que hay una cosa que me dejó un poco descolocada, y es la integración de los pensamientos (en primera persona) durante la narración (en tercera), sin ningún tipo de acotación como suele ser habitual. No sé si esto es cosa del manuscrito original y se ha querido mantener, o ha sido una decisión editorial, pero alguna que otra vez sí que tuve que volver hacia atrás porque el salto me resulta tan extraño que me perdía un poco.
Salvo eso, ya os digo que la historia es una pasada. es tensa, llena de giros y con un montón de escenas que os dejarán sin aliento. Así que si os gustan las novelas de misterio y asesinatos encerradas en un ambiente juvenil, esta novela os va a encantar.
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