FICHA TÉCNICA

SINOPSIS

«Atada, amordazada y sentada en un charco de su propia sangre. Nadie sabe que Brooklyn Stevens está atrapada en ese frío y húmedo sótano. Nadie puede oír sus gritos. Unas chicas del instituto (Riley, Grace y Alexis) dicen que quieren salvarla. Creen que está poseída. Y acaban de incorporar a su grupo a Sofia Flores. Sofía sabe que no debería haberse involucrado, pero no ve salida posible. No puede enfrentarse a las otras chicas... a menos que quiera ser la siguiente. ¿Quién sobrevivirá hasta el sorprendente final?».

RESEÑA

Desde que vi la portada y leí la sinopsis, este libro me llamó la atención. No sé si fue el título, la purpurina, el hecho de que auguraba una novela de tensión y no apta para todos los lectores o una mezcla de las tres cosas. Pero debo decir que cuando por fin lo tuve en mis manos y me adentré en sus páginas, no me decepcionó. ¡Me lo leí enseguida! Y es que Crueles te atrapa desde el principio con su protagonista un tanto misteriosa, la aparición de un gato muerto en el instituto, los rumores de rituales satánicos y una chica popular profundamente religiosa. ¿Qué puede salir mal de esa combinación?

Comenzamos la historia cuando Sofía, nuestra protagonista, llega nueva a un instituto. Por lo poco que nos cuenta al principio, parece que debido al trabajo de su madre este es un proceso habitual pero que no le gusta mucho a Sofía. Aun así, ya el primer día de clase no solo conoce a Charlie y a Brooklyn, con quienes hace buenas migas, sino que pro azares del destino acaba entrando a formar parte del grupo de las chicas populares: Riley, Grace y Alexis. A partir de aquí nos vemos envueltos en una vorágine de sucesos que acabará, como dice la sinopsis, con Brooklyn atada y amordazada mientras Riley, Grace y Alexis están convencidas de que tienen que salvarla de la posesión que sufre.

Si bien no es una novela de terror al uso, con un asesino serial que aterroriza la ciudad, o fantasmas, apariciones o monstruos deseando comerte, Crueles tiene una parte terrorífica que personalmente me encanta. Ver a un grupo de adolescentes, tan aferradas a una creencia religiosa que predica la paz, llegar al punto en el que nos encontramos en la historia y sin remordimientos me parece fascinante. Ser testigo de cómo no importan los medios, ni el dolor que sufra, ni las torturas que iremos presenciando durante sus casi trescientas páginas me dejó helada. Porque creo que no hay mayor monstruo que el propio ser humano.

Es una historia tensa, donde cada capítulo va dejándonos pistas de el lugar hacia el que se irá precipitando toda la trama, con personajes humanos y un toque místico y demoníaco que va tintando de rojo sangre toda la narración. Me gusta mucho cómo Danielle Vega ha tratado y perfilado a todos los personajes, con sus cosas buenas y, sobre todo, sus cosas malas. Cómo nos va dejando ver que quizá no todo es lo que parece y que no debemos fiarnos de las primeras impresiones.

La historia se nos narra en primera persona, lo que, además de hacernos tener una versión directa de la protagonista e ir descubriendo a su lado todo lo que va sucediendo, hace que la narrativa sea mucho más cercana y ligera. Danielle se apoya mucho en las sensaciones, los olores y las emociones de Sofía, por lo que enseguida podemos comprender y hasta en ocasiones sentir lo que nuestra protagonista. A mí cuando un autor describe con los cinco sentidos presentes, de verdad, es que me pone los pelos de punta y me encanta.

Como os he dicho no es una novela apta para todo el mundo. Si eres un lector impresionable o no te gusta leer escenas cruentas y detalladas, quizá este libro no sea para ti. Pero si os gusta la tensión, las historias perversas y con un toque místico y demoníaco, este libro te va a encantar. eso sí, debo avisaros de que es la primera parte de una serie de libros (cuatro que yo sepa), así que su final es abierto. Aun así, merece la pena adentrarse entre sus páginas y dejar que su historia nos ponga los pelos de punta.

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